Raúl Brasca – La prueba
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lunes, 31 de marzo de 2014
El día en que la muchacha murió
sábado, 29 de marzo de 2014
miércoles, 26 de marzo de 2014
Crónica del fin del mundo
El día de la aniquilación el Mensajero me dijo que el clan de los Hombres Rojos iba a ser destruido y que solo nosotros nos salvaríamos. No sabía yo entonces que se sentían atraídos por la belleza de mis hijas y que estaban tramando su plan. Me insistió en que cuando se iniciara el ataque debíamos escapar. No debíamos enfrentarnos a ellos. No debíamos siquiera mirar atrás. Teníamos que olvidarnos de nuestro mundo y huir.
Unos instantes después de que el Mensajero hablara, pude escuchar el trueno de sus Pájaros de Fuego, que ya resonaba sobre la aldea. Al momento comenzaron las explosiones y la ira de las llamas lo arrasó todo. Llamé a gritos a Pies Ligeros y a nuestras hijas. Les pedí que corrieran. Debíamos escapar, sin volver la vista atrás. Sé que mis hijas me oyeron, pero Pies Ligeros, sorda por los truenos, no debió escucharme. Aterrado por lo que estábamos viviendo, sentí que se volvía y miraba como nuestros hermanos estaban siendo aniquilados. Nunca hemos vuelto a verla. Algunos días después, los Hombres del Cielo, cuando nos encontraron, me dijeron que se había consumido en una llama de luz.
Esta noche ellos volverán a hacerme dormir y cuando esté en el mundo de la niebla mis hijas tendrán que soportar otra vez sus abrazos de deseo. Los tres sabemos que cuando pasen las lunas y engendren a sus hijos, el clan de los Hombres Rojos habrá sido sustituido por otro en el que los humanos, que los Hombres del Cielo dicen que serán más sabios, llevarán una sangre nueva.
domingo, 23 de marzo de 2014
De la luz y de los fríos
Lo que recuerdo es el frío, le digo a Marianne, un frío inconsolable. Y
recuerdo el hambre, el deseo de devorar la luz. Hay una luz para cada edad. Y
yo nunca he vuelto a ver luz como la de cuando era niña, entrando a listas por
la persiana de mi dormitorio, mis manos intentando atraparla, el deseo de
llevármela a la boca. Recuerdo los rayos solares ardiendo en el pelo negro y
largo de mi madre, en la punta de sus dedos, sobre sus uñas, en el fondo de sus
pupilas que brillan desde las profundidades de mi memoria desmenuzada…
Mario Cuenca Sandoval – Los hemisferios
jueves, 20 de marzo de 2014
Llegó a mi corazón una caricia
Desde el umbral de un sueño me llamaron...
Era la buena voz, la voz querida.
-Dime: ¿vendrás conmigo a ver el alma?...
Llegó a mi corazón una caricia.
-Contigo siempre....Y avancé en mi sueño
por una larga, escueta galería,
sintiendo el roce de la veste pura
y el palpitar suave de la mano amiga.
Antonio Machado - Soledades, galerías y otros poemas
martes, 18 de marzo de 2014
Aquel calor tenue
Ha pasado un rato y la niña, que está cansada por el esfuerzo, se ha distraído unos momentos al escuchar el griterío que se ha formado en el poblado cuando los cazadores han regresado del Gran Arroyo de Aguas Saltarinas. Al volver la cabeza para mirar a los que llegan, sus dientes han soltado el extremo de la piel y en un movimiento involuntario su mano derecha también me ha soltado a mí, con tal mala fortuna que he ido a estrellarme contra su boca.
Con un gesto de dolor y furia, Pies Ligeros, gritando, se ha levantado y, sin pensarlo, me ha lanzado tan lejos como le ha sido posible. La anciana, indignada, se ha alzado también y está emitiendo feroces gruñidos con los que está expresando a la niña su repulsa por la torpeza de su actuación.
Al momento, Pies Ligeros y la anciana han intentado buscarme, pero no es cosa fácil encontrar una lasca de sílex entre tantos cantos rodados como hay en este pedregal. No han tenido suerte. No han sido capaces de verme. Los cazadores, además, han llegado con hambre y ya no hay tiempo para que ellas lo pierdan buscándome.
En este momento, Pies Ligeros no sabe que dentro de cuarenta mil años un hombre, paseando por esta terraza próxima al Gran Arroyo, habrá de encontrarme fortuitamente, sí, a mí, a esa lasca de sílex que ella, gruñendo, ha arrojado tan lejos como su furia le ha permitido. Entonces, cuando eso suceda, el hombre, al tomarme en sus manos, todavía podrá sentir, a pesar del tiempo que habrá pasado, el calor tenue que los dedos de esta niña neandertal han dejado impregnado en mí.
viernes, 14 de marzo de 2014
miércoles, 12 de marzo de 2014
viernes, 7 de marzo de 2014
Mundos paralelos
Mario Cuenca Sandoval – Los hemisferios
-La pérdida de una mujer deseada funciona como big bang de una trama que se dispara en dos direcciones. Para cartografiar en su conjunto está pasión, el lector deberá atravesar los paralelos de este universo narrativo, trazar el itinerario de una obsesión amorosa en dos historias que funcionan como espejos deformantes. Mario Cuenca, buen amigo, ha publicado “Los hemisferios” (Seix Barral, Biblioteca Breve), una obra que se está revelando imprescindible para quienes deseen conocer la novela española más actual. La crítica ha dicho de él que es un narrador de una solvencia poco común, y que solo desde una prosa hipnótica, exigente y alucinada es posible plantear una novela tan peculiar como seductora, un artefacto narrativo que se divide en dos mundos alternativos, dos formas de ser, dos “hemisferios”…
miércoles, 5 de marzo de 2014
Cuando soy feliz
Juan José Millás – Un raro bienestar
domingo, 2 de marzo de 2014
Tiempo de carnaval
Gabriel García Márquez – Crónica de una muerte anunciada
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