Páginas

miércoles, 28 de noviembre de 2007

LA DESPEDIDA


Ella se marchó entre abundantes
lágrimas diciéndome:
“¡Ay, Safo, cuánto sufrimos!
¡Con cuanto pesar te abandono!

Y yo le contesté:
¡Adiós, y sé feliz! ¡Sólo recuérdame,
pues sabes cuan atada estoy a ti!

Acuérdate al menos
(¡oh, no lo olvides!)
de las amadas y hermosas cosas que vivimos.

De tantas guirnaldas de violetas
y de rosas, y también de azafrán,
...con qué a mi lado te ceñiste.

De tantos collares tejidos
con dulces flores
que rodeaban tu tierno cuello.

De las muchas veces que con abundante
mirra de flores y de reyes
ungiste tu cabeza de hermoso peinado.

Del blando lecho
en que tú, a mi lado,
dejando que la ternura saliera...

Y no hubo colina profana
o sagrada, ni fuentes de aguas
a donde no hayamos ido...

Safo (Poemas)

2 comentarios:

  1. Lo verdaderamente asombroso de Safo, sin reparar en su "fama" buena o mala, es que sus poemas, escritos desde el corazón,siguen atrapando de inmediato al lector, y eso que son poemas antiquísimos...No cabe duda que el amor es atemporal.
    Lindo el cuento mínimo al respecto.

    ResponderEliminar
  2. Aciertas de pleno al vincular el cuento con la vida y la obra de Safo, de la que tan poco se sabe y de la que desgraciadamente sus versos nos han llegado muy fragmentados y a veces inconexos, citados en la obra de otros autores.

    A mi, desde luego, desde hace ya mucho tiempo, algunos de ellos me han impresionado.

    Pensemos, a fin de cuentas, que para los antiguos griegos habia dudas de si Safo habia sido una mujer o una musa encarnada...

    Un abrazo, Cristina.

    ResponderEliminar

Gracias, siempre, por tus palabras...

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.